Cuando una persona es extraordinaria, no sólo disfrutan los privilegiados que comparten la vida con ella, también participan las personas con las que más tiempo pasamos en el día, nuestros compañeros de trabajo.

El lunes tuvimos que decir hasta luego a nuestra compañera Eva de administración, con la sensación que tiene una madre o un padre cuando un hijo se independiza, tras 19 años de dedicación al Grupo Vigilant, quisimos rendirle un pequeño homenaje que culminamos con esta publicación, porque «lo que queda escrito, perdura en el tiempo tanto como el cariño con el que te vas».

“Es leal, trabajadora, de las personas que siempre están ahí y eso es importante para que el trabajo funcione, no hay sorpresas, es transparente”. Así la describe una de sus compañeras de departamento con una admiración y cariño increíbles, sentimiento que comparten el resto de los compañeros de la empresa.

Con estas palabras despedían a Eva desde gerencia:

“Trabajar con Eva ha sido un orgullo, tener a tu lado a una persona tan fiel a la empresa, trabajadora y dedicada, ha sido maravilloso.

Desde el Grupo Vigilant te queremos dar las gracias por todos los años que nos has regalado a tu lado y te deseamos toda la suerte del mundo por buena, honrada, responsable y, todos los calificativos buenos que te describen después de, nada más y nada menos, que 19 años de un servicio impecable.”

“Para nosotros ha sido un orgullo poder contar contigo, las empresas no solamente se hacen por las personas fundadoras y quienes siguen su legado, las empresas las hacen los trabajadores que hay en ella, y gracias a trabajadoras como tú, hemos llegado hasta aquí”.

Nos despedimos con el deseo compartido que le dedicó su jefa de departamento:

“Esperamos que tengas mucha suerte, te vamos a echar mucho de menos, deseamos que seas muy feliz y que te vaya todo muy bien”.

Esta siempre será tu casa, por eso no nos despedimos con un adiós, si no con un hasta luego, o mejor dicho, hasta siempre Eva.