Cuando tan sólo tenía 10 años ya estaba montando circuitos cerrados de sirenas de alarmas en su empresa familiar, junto a la atenta mirada de sus padres, quienes le compraron una mesa de serigrafía para poner la rotulación de Alarmas Ortíz en ellas, siempre con su sonrisa característica y con el temple que hay tener para poder dirigir una empresa en un sector donde ser mujer siempre ha resultado complicado, trabaja unas 10 horas diarias sin descanso para poder superarse cada día, hablamos de la mujer todoterreno que nunca se rinde, Encarna Ortíz Asensio, nuestra consejera delegada, quien cumplió ayer 50 años.

Hemos querido hacer con ella un breve recorrido profesional, desde sus comienzos hasta el día de hoy, después de casi 30 años dedicada en exclusiva a la dirección de Grupo Vigilant.

Desde niña compaginó sus estudios con el apoyo a la empresa familiar de seguridad privada, por lo que ya se iban asentando los cimientos de una mujer polivalente, para la que la pereza no tenía sentido.

En el año 1995 comenzó a trabajar de vigilante de seguridad en polígonos industriales, urbanizaciones, empresas y cualquier lugar en el que la necesitaran.

Cursó la carrera de derecho en la prestigiosa Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia, pero terminó la licenciatura en Madrid, ya que en el curso 98/99, su último año de carrera, tuvo que ir a Madrid a estudiar el máster de dirección de seguridad privada y protección del patrimonio y decidió terminarlo todo allí.

En el año 2002 se dedicó por completo a realizar las labores de dirección en la empresa familiar Vigilant Seguridad S.A. En cualquier empresa, tener una base de conocimiento legal es importante, pero en una empresa de Seguridad Privada, con un marco normativo tan amplio, donde se comparten servicios con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, es muy valioso.

SU TRIDENTE HA SIDO SIEMPRE SU REFERENTE

Durante su trayectoria profesional, sus padres, fundadores del Grupo Vigilant, Ángel Ortíz García (dedicado sobretodo al equipo comercial técnico y a la gestión de clientes), Paqui Asensio Martínez (encargada de la gestión financiera del grupo) y el administrador de la empresa, Paco Cabrera Gea (un trabajador 360º en todos los ámbitos que siempre ha estado con ellos desde los orígenes de Vigilant), hacían un tridente perfecto, y son las personas que siempre ha considerado como sus referentes a lo largo de toda su carrera profesional, de Paqui siempre ha admirado la visión de empresa y estratégica, de Ángel, la fuerza, el impulso y la capacidad de sacrificio por la empresa y de Paco, el hecho de que es un trabajador incansable y al que considera como un hermano.

Trabajar en una empresa familiar tiene siempre sus pros y sus contras, te aportan la confianza y el apoyo que siempre necesitas, siempre están ahí y los problemas se analizan de manera diferente, pero las mismas ventajas de trabajar con tu familia, las tienes de inconvenientes, ya que es muy difícil desconectar o separar la vida familiar de la laboral, y una comida de domingo, puede convertirse en una reunión profesional perfectamente, no obstante, ha tenido algo que muy pocas personas pueden tener, un tiempo invalorable con su familia, en la que ha podido heredar toda la sabiduría acumulada a lo largo de años de esfuerzo y dedicación y una cercanía y cariño de un valor incalculables.

En el año 2009 sus padres se retiraron y paso a ser la consejera delegada del grupo, siempre con el apoyo incondicional de su tridente, Ángel, Paqui y Paco, quien, como decíamos anteriormente, sigue trabajando junto a ella incansablemente.

TODO LO QUE FUE LA HA HECHO SER QUIEN ES

Si pudiera correr las agujas del reloj hacia atrás, le encantaría ser aquella chica que comenzó en el año 2002 con todo lo que sabe ahora, si actualmente se considera activa y revolucionaria, si pudiera volver 20 años atrás, sería como tres veces más, tendría mucha más determinación en distintas decisiones, que la juventud o la prudencia de aquellos comienzos, no le permitieron desarrollar.

Desde el comienzo, el sector de la seguridad privada era un mundo “de hombres” en el que fue difícil desenvolverse y lidiar con el puesto directivo que ocupaba, hubo momentos en los que se encontró con situaciones incómodas, prejuicios que la gente no se preocupaba por comprobar, jugando siempre con dos hándicap importantes, la juventud y el hecho de ser mujer, teniendo que demostrar siempre más que los demás. Pero, lejos de hacerla una persona frágil o con poca determinación, siempre estuvo a la altura de las circunstancias, consiguiendo que todas esas vicisitudes no llegaran a afectar su visión de la empresa, descubrió, que el secreto se encontraba en disfrutar de su trabajo: “al final, consiste en que lo que hagas te llene, te satisfaga y te haga sentir bien”, finalizaba su respuesta.

A la pregunta de cuál ha sido el secreto para poder llegar donde ha llegado, su respuesta es clara: “todo es producto del esfuerzo, del sacrificio y del trabajo duro. Compaginar toda la vida profesional con la familiar es muy difícil, a veces te sientes que estas haciendo equilibrismo todo el tiempo, pero al final los frutos, siempre merecen el sacrificio.”

“El brinco a los 50 me ha hecho pensar mucho en aquella frase que los abuelos nos repetían, aprovecha el tiempo que pasa volando, al final, cobra más sentido de lo que parecía, tengo muchísimas cosas que hacer, metas que conseguir y cotas que lograr y veo que me quedan pocos años de trabajo para poder conseguirlo”.

Si tuviéramos que definir a Encarna, podríamos decir que es una persona humilde, sencilla, comunicativa y cercana, un ejemplo a seguir en todos los sentidos.

Consejera Delegada de Grupo Vigilant, Presidenta de ARESMUR y Vicepresidenta de la FREMM, y aún le quedan muchas metas que lograr, sin duda, Encarna es una todoterreno que se merece todo nuestro respeto, esperamos poder transmitir toda la admiración que te tenemos todos los trabajadores del grupo, que sigas siendo un referente para todos y por supuesto, que cumplas muchos más, GRACIAS POR HACER TODO ESTO POSIBLE.